
calidad
DE LA PLANTACIÓN A LA TAZA LA CALIDAD NACE DE LA EXIGENCIA


SELECCIONAR UN CAFÉ PROCEDENTE DE LOS MÁS NOBLES TERRUÑOS
Malongo propone cafés procedentes de la agricultura tradicional cultivados bajo la sombra en plantaciones de altitud. Cada cereza se recolecta a mano, para que solo se cosechen las que han llegado a perfecta madurez. El método de extracción seleccionado con más frecuencia por Malongo es el del “beneficio húmedo”, el mejor a partir del momento en que es seguido por un secado particularmente cuidadoso.


OFRECERLE UN TRANSPORTE Y UN ALMACENAMIENTO IRREPROCHABLES
El café se transporta en sacos de tela de yute empilados en contenedores aislados. En el interior, el producto respira. Protegido de las agresiones exteriores, conserva todas sus características gustativas. Después de controlar sus orígenes, es minuciosamente degustado por los responsables de calidad y almacenado en silos.
De acuerdo con nuestra política de desarrollo sostenible, damos una segunda vida a estos sacos reciclables. Su composición natural y sus solidez benefician a muchos agricultores locales.


¡La prueba imparable de que nuestro rigor marca la diferencia! Terruños excepcionales, agricultura tradicional, recolección a mano, torrefacción lenta y controles regulares… para ofrecer un café MALONGO con aromas inimitables.

LA MEJOR DE LAS TORREFACCIONES
Lento y tradicional, este método constituye nuestra marca, nuestra firma. El café verde se cuece delicadamente. Todos los cafés Malongo benefician del mejor método de torrefacción que existe: “a la antigua en 20 minutos”. Prodigado por un maestro torrefactor, permite a los más grandes arábicas revelar la plena finura de sus aromas. Los granos de café verde se cuecen delicadamente antes de enfriarse al aire, esta es la razón por la que los Malongo nunca tienen más de 2% de humedad.
Cada crudo es único, cada torrefacción también lo es.
Cada crudo es único, cada torrefacción también lo es.

Si somos exigentes en la elección de la calidad de nuestros cafés en los países productores, también lo somos en todo el proceso y esta exigencia se aplica aún con mayor fuerza en nuestra planta. El café es un producto agrícola, un producto vivo, un producto de terruño. Naturalmente, sufre la ley de las estaciones, su gusto y sus características variarán según las cosechas.
Para obtener un resultado final sin el menor defecto, nuestro equipo de calidad apoya a la producción. En su laboratorio, aplica controles regulares, tan estrictos como indispensables. Nuestros colaboradores lo saben, la excelencia no se alcanza sin exigencia.
