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Identificar un café perfecto para una cafetera italiana requiere tener en cuenta varios factores que influyen en la calidad de la extracción y el sabor final de la bebida. Aquí te explicamos cómo proceder:
Tipo de molienda: La cafetera italiana requiere una molienda de café de mediana a fina, más cercana a la textura de la sal de mesa. La molienda debe ser lo suficientemente fina para permitir una extracción óptima, pero no demasiado fina para evitar obstruir el filtro.
Frescura y origen del café: Opta por granos de café recién tostados, preferiblemente de tostadores reputados. Busca los orígenes que se ajusten a tus preferencias de sabor, ya sea arabica o robusta, y explora diferentes regiones para descubrir los sabores que te gustan.
Tostado: Los cafés tostados entre un tostado ligero a medio suelen ser los más adecuados para las cafeteras italianas. Los tostados más oscuros pueden ser demasiado intensos y amargos en este tipo de cafetera.
Frescura del café: Los granos de café pierden rápidamente su frescura después del tostado. Intenta comprar cantidades apropiadas para un consumo a corto plazo para garantizar que el café conserve su aroma y sabor.
Notas de cata: Las descripciones de las notas de cata proporcionadas por los tostadores pueden darte una idea de los sabores que puedes esperar del café. Busca descripciones que se ajusten a lo que buscas en una taza de café, como notas de chocolate, frutas, nueces, etc.
Proporción café/agua: Sigue las recomendaciones del fabricante de tu cafetera italiana en cuanto a la proporción café/agua. Por lo general, esto es alrededor de 7 a 9 gramos de café por 30 a 40 mililitros de agua.