- Café en grano natural
- Monodosis cafe
Más que una bebida, el café en Italia es todo un ritual, un arte de vivir. Su historia se remonta al Renacimiento, cuando el café fue introducido en Italia por los comerciantes árabes. Rápidamente adoptado por los italianos, el café se convirtió en una parte integral de su vida diaria, sirviendo como punto de encuentro social y símbolo de convivialidad.
Los italianos son conocidos por su pasión por el café, y esto se refleja en la manera en que preparan y consumen su espresso. Los gestos del barista son precisos, el café es corto, apretado, lo que se llama ristretto. El café italiano suele caracterizarse por su espresso intenso y fuerte, pero también por su variedad de bebidas como el cappuccino y el macchiato, cada una ofreciendo una experiencia única de degustación.
En cuanto a los aromas, el café italiano suele describirse como rico, potente, fuerte. Un café con carácter con notas de chocolate, avellana y a veces incluso matices afrutados. Muy a menudo, el café italiano combina la sutileza del arábica con la fuerza del robusta. Presenta sabores ricos y aromas marcados. En Malongo, tostamos a la antigua el café italiano. Esta tostado lento y tradicional le confiere su distintivo sabor, su textura aterciopelada y su intensidad.
En el corazón de la cultura italiana, el café representa mucho más que una simple bebida energizante; es un ritual diario, un momento de placer y compartir, arraigado en el alma misma del pueblo italiano.